Empezaba a quedarme dormida cuando te metiste en mi cama. No
abrí los ojos, pero sentí tu calor. No fue lo único que sentí cuando te pegaste
a mi espalda y me susurraste al oído: “Sigue con los ojos cerrados”. Entre mis nalgas
pude percibir cómo crecía tu deseo, mientras tus manos avanzaban para comprobar
que ya estaba entregada a lo que tú propusieras. A ciegas, a tientas, nos
quemamos en el mejor de los sueños.
"¿Qué hace esa india huichola que está por parir? Ella recuerda. Recuerda intensamente la noche de amor de donde viene el niño que va a nacer. Piensa en eso con toda la fuerza de su memoria y su alegría. Así el cuerpo se abre, feliz de la felicidad que tuvo, y entonces nace un buen huichol, que será digno de aquel goce que lo hizo...".
Eduardo Galeano
viernes, 29 de mayo de 2020
domingo, 24 de mayo de 2020
Me habla de ti
Me habla de ti este viento repentino, que agita las hojas y
los ojos exhaustos de buscar sin hallarte. Me despeina como lo hacían las
horas en que no existía la palabra fin.
Me habla de ti este sol inclemente, que abrasador acaricia
mi piel como antes lo hacía tu voz, tu palabra y tu deseo. Me ilumina y
proyecta mi sombra como antes lo hizo tu luz.
Me habla de ti la noche desierta, la Luna solitaria que dice
entender mi nostalgia mientras coqueta juega con las estrellas y sus guiños. Me
arropa su negro manto y lloro tu ausencia.
domingo, 17 de mayo de 2020
La sonrisa de Carla
La sonrisa de
Carla es mucho más que una sonrisa. Se ha vuelto verdadera a fuerza de ser
necesaria. Con el “a mal tiempo buena cara” grabado en su impronta la sonrisa
de Carla transmite felicidad. Una construida en la dureza de la tristeza, el
abandono y la crítica como cimientos.
La sonrisa de
Carla ilumina su rostro. Con esa luz oculta sus sombras, sean la nostalgia, el
enojo o la desolación. Incluso logra esconder su desesperanza y convertirla en
ese entusiasmo pausado que otorga dejar que la vida fluya y bailar el ritmo que
ésta proponga.
La sonrisa de
Carla la antecede y endulza cada nuevo entorno, porque ya está cansada de tanto
agraz. Y sonriendo camina, tropieza y resucita, y llena su equipaje de momentos
que la fuerzan a persistir en el propósito de conocer la felicidad. Aunque sea
por un instante.
viernes, 15 de mayo de 2020
Caminos
En la vida los caminos se separan. Se entrecruzan, se mezclan, se reencuentran, se funden… y finalmente siempre se separan.
De lo contrario iríamos todos en la misma dirección. Y tendríamos el cuello girado hacia un lado u otro, porque no podríamos sobrevivir sin perdernos en otros ojos.
Y no podemos.
¿No es acaso un milagro? Entre todas las almas posibles, encontrarnos, tú y yo, sin importar el tiempo. Y en este instante de coincidir me gusta la sensación de ser tu paralela continua en la infinita curva de la vida.
Los caminos se separan, inevitablemente. No me importa. Prefiero la certeza de que cada segundo ganado a tu lado compensa.
Los caminos se separan, sí, pero para hacerlo han tenido que coincidir.
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