"¿Qué hace esa india huichola que está por parir? Ella recuerda. Recuerda intensamente la noche de amor de donde viene el niño que va a nacer. Piensa en eso con toda la fuerza de su memoria y su alegría. Así el cuerpo se abre, feliz de la felicidad que tuvo, y entonces nace un buen huichol, que será digno de aquel goce que lo hizo...".
Eduardo Galeano

domingo, 23 de agosto de 2020

Nuestro altar

 

Acaricio en tu ausencia las vetas de la madera impregnadas de nuestro placer. La superficie de la mesa es guardiana del goce que presenció y sostuvo, cuando recostada en ella, y tras bendecir tú los alimentos que íbamos a recibir, te brindé las carnes de mi deseo en las que aplacaste tu hambre. Voraces, nos degustamos y devoramos, y consagramos nuestro altar.


lunes, 15 de junio de 2020

El sueño venció



El sueño se fue imponiendo después de 36 horas de vigilia. Mis neuronas decideron cumplir el distanciamiento social que se nos reclama y empezaron a mal relacionarse entre sí desde la distancia, en silencio, desconfiadas… Debía detenerme a mitad de cada frase con el fin de encontrar qué idea había detrás de su nacimiento. Qué quería decir, para qué y cómo lo había pensado… No había respuesta para esas preguntas al poco de iniciar cada oración, en apenas tres o cuatro palabras. Sé que algunas frases se alargaron más de la cuenta, en el tiempo, no por lo mucho que tenía que decir, sino porque sin darme cuenta cabeceaba en medio. Ni siquiera podía intuir qué me estabas diciendo, ni recordar tampoco que estábamos hablando, mucho menos sobre qué. 

Había perdido la batalla. El sueño venció. 

Horas después, al despertar, comprendí que no era mi enemigo, sino mi aliado. ¿Cuántas veces lucho contra aquello que viene en mi ayuda creyendo que sólo quiere apartarme de lo que deseo?

domingo, 7 de junio de 2020

Escribo



Escribo venciendo todas mis resistencias. Escribo para evitar caer en esta tentación de aniquilar cualquier huella de mi existencia. Escribo aunque no diga nada porque no me atrevo a decir lo que quisiera, o lo que necesito. Escribo para acallar mi mente, para que vomite todo lo que me murmura constantemente... Aunque luego no pueda. 

Escribo porque el olvido no borra, sino que hiere. Y sé que ésa es su intención. Escribo para aparentar esa indiferencia que no hallo en ningún lado de mí, pero que me escupes al rostro mojándome entera con tu saliva envenenada. Escribo para responder más fuerte a los gritos de tu silencio. Escribo para huir de la trampa agazapada en mi propio silencio. 
 

viernes, 29 de mayo de 2020

El mejor de los sueños



Empezaba a quedarme dormida cuando te metiste en mi cama. No abrí los ojos, pero sentí tu calor. No fue lo único que sentí cuando te pegaste a mi espalda y me susurraste al oído: “Sigue con los ojos cerrados”. Entre mis nalgas pude percibir cómo crecía tu deseo, mientras tus manos avanzaban para comprobar que ya estaba entregada a lo que tú propusieras. A ciegas, a tientas, nos quemamos en el mejor de los sueños.

domingo, 24 de mayo de 2020

Me habla de ti



Me habla de ti este viento repentino, que agita las hojas y los ojos exhaustos de buscar sin hallarte. Me despeina como lo hacían las horas en que no existía la palabra fin. 

Me habla de ti este sol inclemente, que abrasador acaricia mi piel como antes lo hacía tu voz, tu palabra y tu deseo. Me ilumina y proyecta mi sombra como antes lo hizo tu luz. 

Me habla de ti la noche desierta, la Luna solitaria que dice entender mi nostalgia mientras coqueta juega con las estrellas y sus guiños. Me arropa su negro manto y lloro tu ausencia.

domingo, 17 de mayo de 2020

La sonrisa de Carla



La sonrisa de Carla es mucho más que una sonrisa. Se ha vuelto verdadera a fuerza de ser necesaria. Con el “a mal tiempo buena cara” grabado en su impronta la sonrisa de Carla transmite felicidad. Una construida en la dureza de la tristeza, el abandono y la crítica como cimientos. 

La sonrisa de Carla ilumina su rostro. Con esa luz oculta sus sombras, sean la nostalgia, el enojo o la desolación. Incluso logra esconder su desesperanza y convertirla en ese entusiasmo pausado que otorga dejar que la vida fluya y bailar el ritmo que ésta proponga. 

La sonrisa de Carla la antecede y endulza cada nuevo entorno, porque ya está cansada de tanto agraz. Y sonriendo camina, tropieza y resucita, y llena su equipaje de momentos que la fuerzan a persistir en el propósito de conocer la felicidad. Aunque sea por un instante.

viernes, 15 de mayo de 2020

Caminos


En la vida los caminos se separan. Se entrecruzan, se mezclan, se reencuentran, se funden… y finalmente siempre se separan.

De lo contrario iríamos todos en la misma dirección. Y tendríamos el cuello girado hacia un lado u otro, porque no podríamos sobrevivir sin perdernos en otros ojos.

Y no podemos.

¿No es acaso un milagro? Entre todas las almas posibles, encontrarnos, tú y yo, sin importar el tiempo. Y en este instante de coincidir me gusta la sensación de ser tu paralela continua en la infinita curva de la vida.

Los caminos se separan, inevitablemente. No me importa. Prefiero la certeza de que cada segundo ganado a tu lado compensa.

Los caminos se separan, sí, pero para hacerlo han tenido que coincidir.