En la vida los
caminos se separan. Se entrecruzan, se mezclan, se reencuentran, se funden… y
finalmente siempre se separan.
De lo contrario
iríamos todos en la misma dirección. Y tendríamos el cuello girado hacia un
lado u otro, porque no podríamos sobrevivir sin perdernos en otros ojos.
Y no podemos.
¿No es acaso un
milagro? Entre todas las almas posibles, encontrarnos, tú y yo, sin importar el
tiempo. Y en este instante de coincidir me gusta la sensación de ser tu
paralela continua en la infinita curva de la vida.
Los caminos se
separan, inevitablemente. No me importa. Prefiero la certeza de que cada
segundo ganado a tu lado compensa.
Los caminos se
separan, sí, pero para hacerlo han tenido que coincidir.
Hay coincidencias que convierten la vida en un estado de felicidad.
ResponderEliminarUn beso.
Totalmente de acuerdo contigo,pero también es cierto que hay coincidencias que no desearías jamás separarte y continuar ese camino a su lado.
ResponderEliminarUn placer llegar hasta aquí.
Saludos.
Sigamos caminando... nunca se sabe...
ResponderEliminarPrecioso escrito India, me gusta como describes el encuentro y separación de dos almas.
ResponderEliminarUn beso grande al alma y que tengas un maravilloso día.
Eso es observar los hechos ciertos
ResponderEliminar¡Hola, Elisa!
ResponderEliminar¿Cómo estás? Espero bien. Bonitas letras.
Muy contenta de que hoy estemos por el mismo camino de las letras.
Un abrazo desde Perú. 😉🇵🇪
Ser tu paralela continua en la infinita curva de la vida.
ResponderEliminarBonita manera de verlo. Me ha gustado.
Con tu permiso, me quedo por aquí.
Saludos.
Cierto y sabio mensaje. Será un placer y un honor estar leyéndote.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y qué bueno poder caminar y de la mano de tus letras, en este mundo mágico de los sueños y poesía.
ResponderEliminarTambién se me había pasado esta primera entrada, es un placer leerte, Elisa.
Muchas gracias por tus comentarios en mi blog, sigo pendiente de tus publicaciones, me encantan.
Un beso enorme.