El sueño se fue imponiendo después de 36 horas de vigilia.
Mis neuronas decideron cumplir el distanciamiento social que se nos reclama y
empezaron a mal relacionarse entre sí desde la distancia, en silencio,
desconfiadas… Debía detenerme a mitad de cada frase con el fin de encontrar qué
idea había detrás de su nacimiento. Qué quería decir, para qué y cómo lo había
pensado… No había respuesta para esas preguntas al poco de iniciar cada
oración, en apenas tres o cuatro palabras. Sé que algunas frases se alargaron
más de la cuenta, en el tiempo, no por lo mucho que tenía que decir, sino
porque sin darme cuenta cabeceaba en medio. Ni siquiera podía intuir qué me
estabas diciendo, ni recordar tampoco que estábamos hablando, mucho menos sobre
qué.
Había perdido la batalla. El sueño venció.
Horas después, al despertar, comprendí que no era mi
enemigo, sino mi aliado. ¿Cuántas veces lucho contra aquello que viene en mi
ayuda creyendo que sólo quiere apartarme de lo que deseo?
Tal como está el mundo y la vida... dormir es una alegría.
ResponderEliminarBesos.
Y es que cuando te vence el sueño por mucho que intentes estas despierto es imposible, y se pasa fatal.
ResponderEliminarA mi me suele ocurrir cuando estoy viendo la tele, no sé si es que la caja tonta es un buen método para que te entre sueño o qué, pero algunas noches me quedo dormida viendo la tele l y en parte se lo agradezco porque así me ha hecho fácil el caminocamino jajaja.
Besos enormes.
Después de muchas horas sin dormir todo se enrarece.
ResponderEliminarAbrazo.
Hubo un momento de mi vida en que creí que mi red neuronal era caótica como una sopa de fideos... y eso, me llevaba al insomnio diurno :))
ResponderEliminarTantas veces somos nosotros mismos los que nos alejamos de lo que queremos...
ResponderEliminarUn abrazo!
A veces, no sabemos ver esa ayuda, y luchamos contra ella.
ResponderEliminarPero si realmente es una ayuda, sabrá entenderlo.
Un beso.
Nacemos para dormir y soñar que estamos despiertos. Y después de un ciclo de sueños y despertares, finalmente dormimos sin soñar que despertamos.
ResponderEliminarEs cierto, lo que nos aleja de nuestro objetivo no siempre es nuestro enemigo. Nada sucede por casualidad. Me ha gustado mucho tu relato, es como una invitación a la reflexión. Te felicito, Elisa.
ResponderEliminarMil besitos y feliz semana ♥
Escrevo aleatoriamente. Talvez sem vínculo ao que você escreveu, Elisa. Perdido, me pergunto. Quanta vezes? No véu? Na vidraça? No seu olho? O sono faz atenuar a força da pergunta. Tudo converge para o ser. Neste momento, o mundo existe em nós? É o que se deve perguntar. Quantas vezes se envelhece em um minuto na atual conjuntura? Urge descobrir e cultivar a riqueza imanente do momento para não perder o sono. E se ele nos vence. Punge-nos esta dor?
ResponderEliminarPois é, se você me achar, envie-me de volta, risos!
No sé si a ti también te pasa, que hay personas que nos hacen hablar de lo que no queremos hablar... y al final, eso nos ayuda a continuar...
ResponderEliminarA seguir con la lucha, a que eso no nos corrompa del todo.
Dormir, también ayuda.
Besos y buenas noches.
HOLA, ME GUSTÓ TU BLOG, TE SIGO Y TE CUENTO QUE ESTOY INAUGURANDO UN BLOG DE FRASES BELLAS, TE ESPERO, SALUDOS.
ResponderEliminarMe ha pasado eso que cuentas. Soy noctámbula, me gusta aprovechar las noches hasta que caigo rendida, y los últimos minutos antes de quedarme dormida suelen ser muy parecidos a cómo los cuentas. Estando acompañada, he tenido conversaciones muy surrealistas.
ResponderEliminarUn abrazo
PD. Disculpa la demora en devolverte la visita
ELISA
ResponderEliminarHola amiga, acompaño con mi presencia tus letras, a veces los sueños nos alejan un poco de la realidad, pintándonos una ilusión, los que nos permite recargar energías para luego, enfrentar la realidad.
Te dejo mi afecto Elisa, perdona mi demora en visitarte.
LÚCAS
Sueño reparador para cansancio, agotamiento y vigilia.
ResponderEliminarBesos.
Esa falta de sueño o mal dormir nos deja algo raros.. besos
ResponderEliminar