Empezaba a quedarme dormida cuando te metiste en mi cama. No
abrí los ojos, pero sentí tu calor. No fue lo único que sentí cuando te pegaste
a mi espalda y me susurraste al oído: “Sigue con los ojos cerrados”. Entre mis nalgas
pude percibir cómo crecía tu deseo, mientras tus manos avanzaban para comprobar
que ya estaba entregada a lo que tú propusieras. A ciegas, a tientas, nos
quemamos en el mejor de los sueños.
Es que abrir los ojos no se considera necesario en según que circunstancias.
ResponderEliminarDesde luego la imaginzación aceleara el deseo y éste te despierta de cualquier sueño.
ResponderEliminarSaludos!
Tú si que sabes dormir eh...
ResponderEliminarBesos.
Dizer o que, Elisa? Se eu pudesse queria ser o objeto deste sonho! Quem disse que é proibido sonhar? É proibido proibir, isto sim.
ResponderEliminarGosto muito da elaboração da sua escrita, da sua linguagem.
Sabe o que diz e como diz! E o seu leitor se curva!
Beijos,
Muy muy sensual Elisa...
ResponderEliminarEnhorabuena.
Feliz viernes y beso grande al alma.
¡Hola, Elisa!
ResponderEliminarWooow, un sueño de fuego y de pasión. Buen relato.
Cuídate.
Saludos.🌷
A saber como acabaría la historia...
ResponderEliminar¿Ronquidos, un cigarro o directamente a la ducha con la fiesta sin cumplir?
Voy a seguir con los ojos cerrados un ratito más... va!
ResponderEliminar😊 Besos.
Los ojos cerrados para sentir-Le plenamente en ti... los mejores sueños son así.
ResponderEliminarMuy bonito, Elisa.
Mil besitos para tu tarde y gracias por tus palabras en mi blog de tesoros.
Y os quemásteis en los sueños y las llamas eran gemidos del infierno latiendo al son del placer, fue un sueño directo al paraíso.
ResponderEliminarUn placer leerte, Elisa.
Un beso enorme.
:) Incendiarios!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
bonita entrada clara simple alada
ResponderEliminarUna noche que encendió los sentidos... Beso
ResponderEliminarLo que más permanece es el recuerdo, ¿Qué más da si recuerdas algo real o un sueño?
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